Algunos de mis crecimientos más profundos y de mis aprendizajes más profundos han venido de lugares de dolor y de intensa oscuridad.
En este momento, la vida puede parecer incierta. Puede dar miedo.
Este programa de 7 semanas es una exploración encarnada, de las facetas de lo femenino, a través de la lente de la sexualidad.
Caminamos hacia lo desconocido.
Adentrarse voluntariamente en lo desconocido puede sacudirte hasta lo más profundo.
Podemos encontrarnos en un espacio de fuerte resistencia.
Resistencia al cambio.
Resistirse a sentir.
Nos distraemos con, francamente, cualquier cosa que podamos para no tener que inclinarnos hacia el dolor. Para no tener que sentirlo.
Sean cuales sean tus vicios... Ya sea que ese dolor esté en tu pasado, en tu presente o incluso en tus temores de dolor y sufrimiento en el futuro.
Pero, ¿qué ocurre cuando sentimos dolor?
¿Cuándo lo invitamos a entrar?
¿Dejarlo estar?
No dejar que nos consuma, sino simplemente ofrecer un espacio seguro para albergar ese dolor, un contenedor.
Un contenedor de expresión.
Ese dolor empieza a disiparse, empieza a aliviarse y a ablandarse y a fundirse en ti.
Ya no es una supresión activa, un encierro de miedos y demonios, es invitar a esos demonios a entrar y ofrecerles un lugar para bailar.
Los ciclos de curación se suceden como las estaciones de la vida.
Pelando capa por capa. Cada vez despojándonos de una vieja versión de nosotros mismos. Un viejo paradigma. Un viejo sistema de creencias.
Cada vez, con cada capa, sintiéndome más ligero.
Es un viaje.
Simplemente lo vivimos de otra manera. Empezamos a dar testimonio de ella en lugar de dejar que nos arrastre, que nos asfixie.
Observamos, mantenemos el espacio, permitimos.
Confianza. Rendición. Permitir.
Permitir que se despliegue y desentrañe nuestro dolor más profundo y alquimizarlo mediante el arte de la entrega.
En cuanto te inclinas y te enfrentas cara a cara con tus demonios, cada vez te dan menos miedo. Tienen menos poder sobre ti.
Dan menos miedo porque cada vez que te enfrentas a ellos te vuelves un poco más valiente.
Si estás descubriendo que viejos demonios están apareciendo en este momento para reintroducirse, te invito a que les permitas entrar. Baila con ellos.
Que muestren usted donde puedes inclinarte con amor.
Donde puedes suavizar...
Donde puedes trazar límites...
Donde puedas mantenerte...
Donde puedas crear una sensación de seguridad en ti mismo.
Te pido, por favor, que no seas duro contigo mismo por no estar "curado", porque la verdad es que la curación es un viaje, un hermoso despliegue, una serie de muerte y renacimiento. Es un flujo y un devenir infinitos.
Es una época divertida, que nos llama a muchos a volvernos hacia dentro y centrarnos en nuestro mundo interior.
Nuestra experiencia del mundo exterior es simplemente un reflejo de nuestro mundo interior. Así que si en este momento, se le pide que vaya hacia adentro, derretirse, rendirse, suavizar y permitir el proceso.
No te pierdas en ella y le des el poder de obligarte a arrodillarte, en lugar de eso, inclínate ante ella con integridad y gracia.